Miércoles 12 de enero de 2022
Desde el Consejo Directivo Provincial de CICOP, siendo conscientes del momento epidemiológico que nos atraviesa, las características particulares de la actual ola, y con la firme convicción de aportar a la construcción de una salida colectiva a la pandemia de COVID-19, queremos hacer algunas consideraciones sobre las resoluciones adoptadas recientemente por el Ministerio de Salud provincial y por el COFESA.
Consideramos que cualquier medida sanitaria que se tome para garantizar el derecho a la asistencia sanitaria de toda la población, siempre debe garantizar la seguridad y los derechos laborales de todxs lxs trabajadorxs de la salud
Exigimos que todas las adaptaciones de los protocolos a nivel nacional, provincial y municipal se realicen mediante el consenso con lxs trabajadorxs que en última instancia somos sobre quienes impactan cada una de las medidas.
Los Comités de Crisis central y locales, toda vez que se implementaron, fueron un ámbito fundamental para el manejo de la primera y segunda ola de la pandemia. Su funcionamiento debe volver a garantizarse para poder adaptar los protocolos a la realidad particular de cada lugar, con pleno protagonismo de sus trabajadorxs.
Durante toda la pandemia hemos planteado que las condiciones edilicias de la mayoría de los establecimientos no permiten la aplicación de los protocolos en forma adecuada, en particular en lo que a las distancias necesarias para evitar el contagio intrapersonal de salud.
A su vez, es imperioso que se adecue la labor cotidiana al momento epidemiológico actual, impulsando la conformación de cohortes que prevengan la aglomeración de trabajadores en espacios reducidos. .
Con el mismo fin de preservar la salud del equipo de Salud, es necesario contemplar consideraciones especiales para poblaciones de riesgo y grupos etarios determinados; como así también en los casos de contactos estrechos convivientes, dado el nivel de exposición, aún más cuando son hijxs a cargo, que requieren cuidados.
También resulta fundamental la provisión de EPP en cantidad y calidad adecuadas en todos los hospitales y centros de salud. Asimismo, incorporar los necesarios refuerzos de planteles
Estas políticas deben ser monitoreadas desde mesas paritarias continuas y desde los Comités de Crisis que deben retornar a su funcionamiento en forma inmediata.
Desde fines del 2021 venimos diciendo que la pandemia no había terminado. Es en este contexto que el reconocimiento salarial, laboral y profesional del equipo de Salud se presenta como una necesidad indispensable, luego de 2 años de pandemia y con el agotamiento que ello implica. Las diferentes administraciones de gobierno deben comprender que iniciar el camino de reconocimiento a los trabajadores y trabajadoras de la Salud es una pieza clave para poder avanzar en los cambios que requiere el momento y avanzar luego en las reformas que el sistema de salud necesita para superar su fragmentación e inequidad históricas.
Con relación a la población general, se necesita que las autoridades implementen las medidas para garantizar los testeos necesarios, las restricciones que correspondan y la garantía salarial, estabilidad laboral y ayuda social para los sectores que requieran aislamiento, así como completar los esquemas de vacunación correspondientes.