23 de octubre de 2024
Autoridades de CICOP fuimos parte de la Conferencia de Prensa que se desarrolló este martes 22 de octubre en el Anexo de la Cámara de Diputadxs bonaerense, en la cual se presentó y dio lectura a un documento elaborado por la Mesa Multisectorial provincial por el «No a la baja de edad de punibilidad».
En el escrito, se expresó el rechazo a los Proyectos de Ley que buscan bajar la edad de punibilidad a 13 años y pretenden poner el foco de la culpabilidad de las situaciones de delito en las infancias y juventudes, cuando en realidad es una problemática asociada al deterioro de la vida y situación de vulnerabilidad social, económica y alimentaria que existe en nuestra sociedad, hoy con más de un 60 % de niñxs pobres en Argentina.
Entre las dificultades mencionadas que afectan a esta población se destacó la alimentaria y los obstáculos en el acceso a una salud de calidad. Las problemáticas de salud mental, adicciones y de alimentación que se profundizan en la actualidad impiden un desarrollo humano integral de las infancias y juventudes.
Si queremos modificar la problemática de inseguridad y violencia que no negamos que exista, no es culpabilizando a lxs pibxs sino generando políticas de Estado que los protejan y ofrezcan un horizonte de futuro. Nuestro rol como profesionales de la salud es cuidar y proteger a las infancias buscando garantizar sus derechos.
Esta iniciativa surge de la mesa de articulación conformada por las organizaciones sociales, sindicales, organismos de DDHH, CTA-T, CTA-A, la Federación de Estudiantes Secundarios, Unidad de Estudiantes Secundarios, UNLP (Consejo Social, y Secretaria de DDHH y Géneros) y el Foro por la Niñez.
La actividad contó con la presencia del Secr. General de la CTA-T Buenos Aires, Roberto Baradel, el Secr. General de la CTA-A Buenos Aires, Oscar De Isasi, la diputada provincial, Lucía Iañez, la Secr. de DDHH de la CTA-A, Rosario Hasperue, y la Secr. de DDHH de la CTA-T, Lorena Giorgetti.
Ningún pibx nace chorro
El lugar de lxs niñxs y adolescentes es la escuela. No es la calle ni la cárcel