Argentina no es Etiopía ni Biafra. Obtiene sus divisas de la exportación de carne,trigo, soja y petróleo. El hambre, el principal problema de salud, es entonces una insultante decisión política.
La historia de esta decisión tiene encima 30.000 desaparecidos, y una elite política que fue complaciente con el genocidio para luego reciclarse en el 83.Su única preocupación,desde entonces, fue hacer gobernable el dominio del capital financiero y los grupos concentrados de la economía.
La “ética de la responsabilidad” alfonsinista, el caradurismo corrupto de Menem (y Duhalde, y …) la siesta delarruista aliada al modelo “sin corrupción” del Frepaso forman parte de un continuo que nos puso al borde de la disolución nacional.
EL ESCENARIO MUNDIAL AYER Y HOY
En la posguerra, el surgimiento del sistema socialista, el triunfo laborista en Inglaterra y la creación del INH eran el escenario que definió e influyó en los primeros pasos de Ramón Carrillo al frente de la cartera del Primer peronismo. Su proyecto estatista, simbolizado por los grandes hospitales fue derrotado por un modelo basado en el Seguro con fuerte ingerencia sindical. Desde hace casi dos décadas el capital financiero busca quedarse con el control de los fondos estatales y de la seguridad social. Plantea un menú que incluye la desregulación de las Obras Sociales, el desguace del PAMI y la creación del Seguro de los pobres. En las negociaciones el FMI lo incluye como”reformas estructurales pendientes”.
Ginés González García definió en Ginebra el escenario del 2002: los planes de ajuste de los Organismo Financieros no tienen en cuenta las consecuencias sobre la Salud de los pueblos.
Aunque después solicitó una sobredosis de la droga que nos está matando (un acuerdo con el FMI) los círculos vinculados al Ministro reconocen que vamos a una situación “rusa”. Es decir, colapso del Sistema de Salud, catástrofe social y sanitaria.
En público gusta mentir diciendo que no se advierten empeoramiento de los indices como consecuencia de la crisis, sabedor como nadie de que las pocas estadisticas de salud confiables son tardías.Los datos preliminares, por ejemplo de desnutrición, recién nacidos de bajo peso e incremento de la TBC tratará de ocultarlos hasta que algun periodista avieso o un “trotskista” de mala fe los saquen a la luz.
REFUNDACIÓN
La elite justicialista – radical al frente del Ejecutivo (y los frepasistas y partidos provinciales que los acompañan) han caído en un desprestigio social que se resume en la admirable consigna “que se vayan todos”.
La sociedad golpeada, fragmentada, a veces absurdamente dividida tiene una posibilidad única de renovar su dirigencia institucional.
Pero como en toda bisagra de la historia la nueva dirigencia sólo podrá consolidarse si encabeza un proyecto refundacional que acumule la fuerza social necesaria para desarrollarlo y sostenerlo en un escenario nacional e internacional adverso.
Cuenta para ello con una inusual debilidad no sólo de la vieja elite (que limita las posibilidades gatopardistas) sino de sus mandantes nacionales, que acaban de reagruparse en AEA para no desaparecer del mapa.
¿Es posible hoy la pelea por un estado fuerte y democratizado, apoyado en una sociedad movilizada , recuperando los instrumentos de control económico y financiero para resituarnos en un mundo complejo, estableciendo alianzas regionales que le den sustento?
UN NUEVO SISTEMA DE SALUD PARA UN NUEVO PROYECTO NACIONAL
El Modelo de Seguridad Social que ocupó el centro de los Sistemas de atención argentina llega a su fin junto al modelo de acumulación del capital que le dio origen y sustento. La intrincada relación de la corporación sindical con políticos, empresarios y militares está hoy jaqueada por la caída del salario y de los asalariados, las acechanzas de la Reforma, la explosión de los costos y un desprestigio social que identifica a la dupla Nosiglia – Barrionuevo como una causa de la crisis terminal de las Obras Sociales.
El Sector Público, ayer rueda de auxilio de Obras Sociales y Seguros Privados salta al centro de la escena como responsable primario de la atención sanitaria de la mitad de los argentinos.
Hasta ayer inexistente en la preocupación de los argentinos la salud (o bien su falta) se instala en la agenda del estado. La creciente presencia en los medios refleja esa inquietud de la Sociedad.
Mientras parte de la corporación profesional guarda silencio frente a la catástrofe sanitaria nuevos sujetos se incorporan a la lucha por la salud pública: las Asambleas Barriales y los pacientes organizados son un ejemplo.
Se dan, entonces, los ingredientes para intentar una REFUNDACIÓN DEL SISTEMA DE SALUD.
¿Cuáles serían las premisas?:precariamente plantearemos aquí algunos ejes
1. La atención integral de la Salud, igualitaria y gratuita debe adquirir el rango de derecho constitucional para todos los habitantes.
2. El Estado debe crear un instrumento que llamaremos Sistema Único de Salud cuya misión será la de garantizar este derecho.
3. Al Sistema Único deberán confluir en un proceso, todos los recursos públicos disponibles hoy: los presupuestos públicos y los recursos de la Seguridad Social, sus trayéndolos definitivamente de la voracidad del capital financiero
4. Previamente el Sistema Público deberá reintegrarse, retrotrayendo la anarquización provocada por las políticas de transferencia de servicios a provincias y municipios. Ello supone la creación de un ente suprajurisdiccional con capacidad de regulación y financiación propias.
5. La Seguridad Social deberá recuperarse en una gestión democráticamente conducida por el Estado y los usuarios rompiendo las alianzas mafiosas.
6. Deberán darse desde ahí los pasos para la Integración Progresiva de los Sistemas Públicos en el SUS.
7. El Control Popular a través de los consejos de Gestión del SUS y el ombudsman de Salud deberá ser una característica del SUS.
8. Las estructuras Legales y organizativas del SUS deberán definirse durante el proceso de unificación del Sistema Estatal y la Seguridad Social.
9. Nuevas regulaciones en las áreas de tecnología, medicamentos y seguros privados deberán complementar el proyecto del SUS.
Pensamos que no tiene demasiado sentido entrar hoy en detalles de índole técnico sobre el proyecto. Se trata más bien de delinear un horizonte estratégico, una bandera común, un piso de acuerdos en el que puedan confluir trabajadores de salud, pacientes, piqueteros, asambleístas, trabajadores sindicalizados, académicos del área Salud, sectores políticos progresistas y todo aquel que esté preocupado por la situación sanitaria.
Una bandera común como la lucha por un SUS podrá resignificar las batallas defensivas que hoy se están librando: la de los pacientes por obtener la atención adecuada, la de los trabajadores por sus derechos y por el hospital público y la de toda la ciudadanía por su derecho a una salud digna.
En los programas de los sectores que buscan para el pais una salida distinta a la propuesta por el Fondo la ausencia de propuestas de salud es alarmante.Ha llegado ,entonces, la hora de abrir este debate.