EDITORIAL
La Salud como prioridad
En la conferencia de prensa brindada por las máximas autoridades de los estamentos nacional, provincial y de la Ciudad de Buenos Aires, se definió la continuidad del aislamiento preventivo para las próximas dos semanas, con características diferenciadas entre el área metropolitana y el resto del país. La apertura progresiva de actividades será establecida por cada jurisdicción, teniendo en cuenta la evolución de la curva de infectadxs, la duplicación de contagios y la evaluación de las situaciones particulares.
Desde CICOP, expresamos preocupación por la apertura de actividades que no revisten carácter esencial. La presión ejercida por los grupos más poderosos de la economía, sostenida por un aparato mediático que mayoritariamente viene argumentando en el mismo sentido, ha sido muy importante en las últimas semanas, poniendo en riesgo lo conseguido hasta ahora, que es, ni más ni menos, haber evitado un aumento exponencial de muertes por coronavirus, logro alcanzado a expensas del compromiso del conjunto de la sociedad.
La última semana mostró en las calles un número creciente de personas, una evidente laxitud en los controles y la apertura progresiva de comercios, lo que está empezando a poner en juego la prevención adoptada hasta ahora. La circulación viral comunitaria es una realidad en el ámbito metropolitano donde, a la vez, se concentra un alto porcentaje de la población. La aparición de contagios masivos en los barrios más vulnerables de CABA es un poderoso llamado de atención que debiera alertarnos fuertemente sobre la difusión de la infección en lugares aún más comprometidos del conurbano.
Coincidimos con las expresiones de lxs funcionarixs acerca de la prioridad sanitaria. También en establecer diferencias de acuerdo a la situación de provincias y municipios, que muestran números distintos. Hay varios distritos de la provincia de Buenos Aires que no han tenido casos y eso debe ser contemplado. Sin embargo, la flexibilización que se ha venido dando de hecho en los últimos días – y que seguramente se incrementará en los próximos – constituye una gran preocupación de cara a la inexorable mayor presencia del virus en el tiempo que viene.
Quienes intentan parangonar nuestra situación con lo que sucede en el hemisferio norte no están teniendo en cuenta cuestiones fundamentales. En los países más afectados de Europa los contagios han disminuido luego de picos de la epidemia que trajeron consigo el resultado de miles de muertes. La pandemia está aún en pleno desarrollo en Estados Unidos y tiene un nuevo epicentro en Brasil, país muy cercano geográfica y comercialmente, con las implicancias que ello puede tener. Además, la actitud de los presidentes de ambos países, rayana en la irracionalidad, ha contribuido a aumentar el daño padecido.
La prolongación de la cuarentena, que en nuestro país lleva ya 52 días, no es algo sencillo. La caída de la economía, que por otra parte no estaba floreciente, es un grave problema. No está claro que las actividades que se proponen recomenzar promuevan una solución. Es fundamental mantener la cuarentena adoptando las medidas de contención social y garantía laboral necesarias. Los países más afectados por la pandemia han sufrido retrocesos inéditos en sus productos brutos mientras no deja de aumentar la recesión, por lo cual, lo que sucede en Argentina se corresponde con el proceso global.
No se debiera disponer un peso/dólar más para el pago de la deuda y debieran profundizarse medidas que pongan a los sectores más necesitados como destinatarios, con recursos para evitar la agudización de sus problemas. Tampoco debería demorarse más la sanción de una ley que grave a las grandes fortunas. Es hora de que quienes se beneficiaron durante los gobiernos anteriores fugando capitales a mansalva, hagan ahora un aporte al conjunto de la sociedad para que puedan sostenerse todas las políticas públicas cuyos requerimientos aumentaron a raíz de la pandemia. Este debería ser un primer paso hacia una reforma tributaria progresiva que tampoco puede demorarse más.
Es imprescindible la discusión del sistema sanitario
Mientras tanto, el fortalecimiento de los servicios de Salud debiera seguir siendo prioridad absoluta. Venimos de muchos años de deterioro, desinversión y desidia, que ha trascendido a varios de los gobiernos anteriores. Presupuestos a la baja que se sucedían uno tras otro han sido una constante, consecuencia de políticas de ajuste que desdeñaban las áreas sociales y sanitarias, considerándolas un gasto innecesario. La aparición del coronavirus nos toma en una situación muy crítica, que no se empezará a resolver sin disponer de una suba sustancial en los recursos que se asignen.
En un contexto de fragmentación, con múltiples acciones superpuestas y escasa capacidad de respuestas para una atención adecuada, se hace más evidente que nunca la necesidad de pensar la unificación del sistema, con conducción estatal, que tenga como horizonte avanzar en procesos de universalidad, equidad, gratuidad, accesibilidad y calidad. Para ello, será necesario promover debates que tiendan a definir políticas en las que el Derecho a la Salud de la población y los derechos de sus trabajadorxs ocupen un lugar central, rechazando las recetas de aseguramiento y focalización que nos han llevado a la situación actual.
En la semana, la fragmentación sistémica se ha hecho visible en los diversos conflictos que, aún en medio de la pandemia, se manifestaron. La falta de definición del pago de la asignación estímulo anunciada por Nación, todavía no percibida por la gran mayoría del personal de Salud y con el aditamento de una primera decisión de no incluir a lxs trabajadorxs del Primer Nivel, es una muestra. La falta de convocatoria a paritarias en gran cantidad de provincias y la deficiente situación de lxs residentes nacionales suma conflictividad, sin dejar de mencionar los intentos de avances sobre derechos en el nivel público y recorte de salarios en el sector privado de CABA.
Asimismo, la falta de una adecuada provisión de los equipos de protección personal para la atención, el déficit de personal en buena parte de los efectores, la persistencia de malas condiciones para llevar a cabo las tareas cotidianas son, entre otras y aún con particularidades por lugar, cuestiones que trascienden las fronteras de los estamentos y las jurisdicciones. La alta difusión de los contagios horizontales ha puesto en evidencia al pluriempleo, a la falta de insumos y de capacitación como una realidad incontrastable, que requiere de un abordaje urgente.
La situación en la provincia de Buenos Aires
En la provincia de Buenos Aires, CICOP participó de la tercera reunión del Comité de Crisis central, espacio conquistado a partir de la lucha mantenida durante varias semanas por nuestro sindicato. Allí se debatieron numerosos temas que hacen al abordaje de la pandemia, destacándose la definición de promover la creación de Comités de Crisis en los Municipios con participación gremial. Además, se insta a que aquellas direcciones hospitalarias que todavía no han conformado el suyo, lo hagan en forma perentoria, resaltando los beneficios de trabajar colectivamente para un mejor tratamiento de los problemas que van surgiendo.
Las autoridades ministeriales aseguraron que los insumos y elementos de protección son suficientes en esta etapa. Seguimos registrando dificultades en el suministro en varios lugares, por lo que será necesario actuar en los comités locales para observar el cumplimiento de la provisión. Los otros consensos a los que arribamos son la capacitación con ejes centralizados, a cargo del área respectiva, y la definición del abordaje sin demoras de las diversas problemáticas de salud no relacionadas con Covid-19, poniendo especial énfasis en las enfermedades crónicas, oncológicas, de salud mental, materno-infantiles y de salud sexual y reproductiva.
Aún quedan sin resolver las licencias para el personal que pertenece a los grupos de riesgo, luego del avance con la licencia para embarazadas alcanzado en la paritaria. También los numerosos expedientes de cargos y funciones demorados, así como la incorporación de trabajadorxs de las distintas disciplinas que se han inscripto en la convocatoria que realizara el Ministerio o que fueran enviados desde los hospitales, cuestión que tiene bastante retraso. A la vez, continúa la discusión respecto a la ampliación de los testeos al personal de Salud, lo que seguirá en debate en las próximas reuniones.
CICOP reafirma que todas aquellas problemáticas que han tenido una evolución, lo han sido a expensas de las luchas sostenidas. Una valoración positiva de nuestra paritaria en relación a lo que viene sucediendo en el resto de los estamentos nos debe impulsar a profundizar las discusiones del mes próximo. Hay mucho por hacer en un sistema que sigue teniendo grandes dificultades en su funcionamiento y que sigue requiriendo de más trabajadorxs y mejores condiciones laborales. Así, podremos sostener con mayores posibilidades de éxito la asistencia de una epidemia que tiene en vilo a nuestro sector y a toda la población.