EDITORIAL
Paritaria Ley 10.430 sin propuestas
El lunes 21/12 fue convocada la paritaria de la Ley 10430, sin que el Gobierno formulara propuesta alguna. En los últimos días de un año difícil para el conjunto de lxs trabajadorxs estatales bonaerenses y para el sector Salud en particular, se demora nuevamente la posibilidad de recomponer salarios e impedir que se siga perdiendo poder adquisitivo frente a la inflación. A esta altura, disponerse a escuchar nuevamente lo que lxs representantes gremiales vienen repitiendo a lo largo de los meses resultó una pérdida de tiempo.
Lxs paritarixs de CICOP plantearon en ese ámbito general la necesidad de que se produzca rápidamente el llamado a la paritaria Ley 10471, según el compromiso asumido al cerrar el acuerdo del 10/12. Manifestaron también la enorme preocupación por la situación de lxs trabajadorxs de ambas leyes que fueron incorporadxs como becarixs de contingencia a raíz de la pandemia y cuya continuidad no está asegurada más allá del 31/12/20. Del mismo modo, reclamaron la continuidad de la discusión para la ampliación de las licencias, la Mesa Técnica Previsional y la regularización urgente de los salarios de interinxs, residentes y jefes de residentes, tal como fuera acordado en la última paritaria.
La Mesa Técnica por Licencias del 16/12, en la que no hubo respuestas concretas al pedido de que lxs trabajadorxs de la Salud pudieran acceder a días de su licencia ordinaria o complementaria además de la “licencia excepcional”, no volvió a ser convocada. El derecho al descanso y la necesidad de recuperar fuerzas después de meses de tanta exigencia y sobrecarga laboral continúan sin ser considerados por el Gobierno provincial. Se hace indispensable poder ejercer nuestro derecho a tomar las licencias que nos corresponden, teniendo en cuenta que es muy probable que los meses posteriores sean aún más complejos.
La última semana del año presenta un panorama plagado de dificultades para lxs trabajadorxs de la Salud, que muy lejos están de ser reconocidxs en hechos concretos. Continúan siendo nombrados como esenciales en los discursos de todxs lxs funcionarixs, pero siguen destratadxs a la hora de pagar salarios adecuados, garantizar derechos y proveer las condiciones necesarias para desempeñar sus tareas en medio de la emergencia por la pandemia del Covid-19.
El plan de vacunación en marcha
La pandemia que asola el mundo en el que vivimos ha afectado en lo que va del año a más de 79 millones de personas, de los cuales 1.745.000 han perdido la vida. La aparición del Covid-19, su rápida expansión, el rebrote actual y las graves consecuencias que todo ello acarrea aceleró los tiempos de la investigación científica a nivel mundial con el objetivo de lograr una vacuna que lo mitigara. En esa carrera también se empeñaron la mayor parte de los gobiernos, tratando de adquirir con recursos mejores o peores, un beneficio para la población de sus países que evite catástrofes mayores.
Son tiempos de incertidumbre, donde la desigualdad estructural a nivel global y el afán de lucro de los laboratorios y las multinacionales farmacéuticas, trazan un panorama inequitativo en cuanto a las oportunidades de aprovisionamiento, distribución y aplicación de las diferentes vacunas que se conocen hasta aquí. Las informaciones cruzadas, los intereses creados, las comunicaciones deficientes y otro sinfín de variables agregan también lo suyo.
En nuestro país, la información pública del Ministerio de Salud de la Nación dice que harán falta 54.431.000 dosis para vacunar entre 23 y 24 millones de personas que forman parte de los grupos prioritarios. La llegada de las primeras 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V ha iniciado el despliegue de un plan de vacunación que se iniciará el lunes 29 en todas las provincias. En el territorio bonaerense, las autoridades sanitarias implementaron un registro vía web, informando además que lxs primerxs en recibir la vacuna serán lxs trabajadorxs de las unidades de terapia intensiva de los hospitales.
Sin embargo, los gremios que representamos a lxs trabajadorxs de la Salud no hemos sido convocados para recibir información ni para expresar nuestra opinión al respecto. A pesar de nuestros reclamos en sucesivos Comités de Crisis, del compromiso asumido por lxs funcionarixs en la última reunión del mencionado Comité y del rol que tenemos como profesionales de la Salud ante la opinión pública y la población que atendemos, no formamos parte de ninguna de las decisiones que nos involucran. Entendemos que se trata de un grave error que, una vez más, desdeña los aportes que podemos hacer desde nuestra formación, experiencia y llegada territorial quienes trabajamos cotidianamente en hospitales y centros de salud.
Un Presupuesto insuficiente y un logro de los gremios estatales
La Legislatura bonaerense, con amplio acuerdo del oficialismo y la oposición, sancionó el miércoles 23/12 la Ley Fiscal y el Presupuesto 2021, que prevé un gasto total de aproximadamente $ 1,9 billones para el distrito e incluye el pedido de autorización para tomar deuda por un monto estimado en alrededor de $ 65.000 millones.
Desde CICOP, habíamos manifestado nuestra mirada crítica respecto al porcentaje destinado a Salud, apenas un 6,15 % en el reparto global, cifra levemente superior al último presupuesto de referencia, el de 2019. También expresamos la insuficiencia de cargos previstos para el área, en número de 2.280 sin especificación de ley, de los cuales sólo 146 corresponden a la planta permanente, mientras para Seguridad se asignan 8.000 cargos del mismo tipo.
También habíamos cuestionado, junto con otros gremios estatales, la inclusión del artículo 66 en el proyecto original que habilitaba la apropiación indebida del superávit del IOMA, facultando al Gobierno provincial a utilizar esos fondos para financiar otros proyectos de salud destinados al conjunto de la población y desnaturalizando de esta manera la finalidad médico- asistencial de los aportes de lxs trabajadorxs del Estado provincial. Elaboramos en conjunto una carta al gobernador Kicillof, logrando así que el texto cuestionado se modifique pocas horas antes de su aprobación en la Legislatura bonaerense y el superávit de IOMA quede finalmente como recurso propio de nuestra obra social.
Un hecho similar de unidad de acción con otros gremios fue el que pudimos llevar adelante en el reclamo por la paritaria de lxs trabajadorxs estatales en el mes de setiembre, después de las medidas extorsivas que desplegó la policía bonaerense para lograr aumentos salariales. Lamentablemente, el año que termina no tuvo otras expresiones de lucha conjunta, algo que nos ha debilitado en los reclamos sectoriales. La pasividad de varios sectores gremiales ante la pérdida salarial respecto a la inflación, entre otras problemáticas, es una señal muy preocupante.
El nuevo año que enfrentamos, con la incertidumbre de la pandemia en curso, no traerá desde lo presupuestario mejores condiciones para la Salud pública ni para sus trabajadorxs, dejando pasar así la oportunidad de iniciar un camino de recomposición real para el sector. No se ha cumplido con aquello que se decía al inicio de la emergencia en relación a la gran posibilidad de fortalecer el sistema sanitario. CICOP, honrando su historia, se dispone a continuar luchando en el año que se inicia, con la convicción de la defensa irrestricta de la Salud Pública y los derechos de sus trabajadorxs.