EDITORIAL
Una semana con números que preocupan
La cantidad de personas diagnosticadas con Covid-19 se ha incrementado en la semana posterior a los anuncios presidenciales que prolongaron las medidas de aislamiento, pero, por otro lado, permitieron la apertura de determinadas actividades en ciertas jurisdicciones. Es cierto que la mayor circulación de personas en la vía pública, en transportes y vehículos particulares ya se venía observando de hecho en días anteriores. Ahora, dado el tiempo que se requiere para ver las consecuencias de los nuevos escenarios, serán los próximos diez o quince días los que nos darán mayores y mejores precisiones acerca de los resultados de las medidas tomadas, que no dejan de generar preocupación desde lo sanitario.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires se ha constituido en el foco más preocupante, con epicentro en los barrios de sectores más vulnerables. Allí, la decisión tardía de incrementar el número de los testeos dio como resultado una gran cantidad de personas afectadas. Estos lugares presentan carencias estructurales en sus condiciones habitacionales y sanitarias, y a ellos se le suma la economía precaria e informal de la mayor parte de los grupos familiares, la que se ve particularmente afectada en la situación actual. Durante años, quienes han gobernado la Ciudad no se han ocupado de destinar recursos para mejorar la vida cotidiana de los habitantes de esos sectores y la pandemia viene a agravar esas condiciones. El 70 % de los casos totales de CABA está concentrado en esos sectores, con tasas de duplicación en el número de los contagios cada 14 o 15 días.
También el conurbano bonaerense presenta un escenario complejo. De la totalidad de 1656 barrios llamados populares que registra la provincia, 952 están ubicados en esa zona. Las condiciones de vida revisten allí semejanzas y diferencias con lo que ocurre en CABA, pero el hacinamiento, la falta de infraestructura sanitaria, los ingresos insuficientes y la economía informal son características que comparten, más allá del territorio en el cual se encuentran asentados. La decisión adecuada, pero también tardía, de llevar adelante operativos de detección de casos en algunos barrios que comenzó a hacerse en la semana que pasó, debe extenderse a fin de tomar las medidas necesarias en el lapso más breve posible.
A fines de 2019, según los datos oficiales conocidos los primeros días de abril, más de 16 millones de personas eran pobres, una cifra que seguramente continúa en aumento. La pandemia, necesariamente, golpea con mayor fuerza en los núcleos de población más postergados, tanto en su estado sanitario como en su situación económica, lo que agrega aún más vulnerabilidad y desigualdad a la hora de enfrentar la crisis en la que estamos sumidos. Allí deben volcarse recursos y la máxima atención para evitar la propagación de una enfermedad que parece ingresar en una etapa de mayor expansión.
Se debe fortalecer el Comité de Crisis Provincial
El jueves 14 de mayo se llevó a cabo la cuarta reunión del Comité de Crisis Provincial. Como lo venimos diciendo, se trata de un espacio valioso que reclamamos desde CICOP al comienzo mismo de la pandemia y que finalmente terminó de concretarse por acuerdo paritario. La participación de las organizaciones de lxs trabajadorxs es imprescindible para poder avanzar con las mejores decisiones y un monitoreo adecuado de lo que va ocurriendo semanalmente en los efectores de Salud.
Logramos que se tomaran resoluciones fundamentales, como la de impulsar el funcionamiento de Comités locales, con las mismas características del central, en los hospitales provinciales. Ahora, debe lograrse que se extiendan a todos los establecimientos, que tengan carácter resolutivo y cuenten con una dinámica similar en la práctica. Pero en lo que hace a la misma decisión para hospitales municipales y municipios, una medida discutida desde el principio y con amplio consenso, aún no ha logrado plasmarse con la fuerza necesaria en la resolución correspondiente, a pesar de las manifestaciones en su favor de la totalidad de lxs participantes.
Del mismo modo, fue muy importante el avance logrado en la provisión adecuada de equipos de protección personal e insumos a partir de los reclamos y relevamientos efectuados, lugar por lugar, así como su continuidad a partir del monitoreo respectivo, donde se siguen observando algunas desigualdades en cantidad y calidad. Sin embargo, otras cuestiones como las licencias para los grupos de riesgo y lxs progenitorxs con hijxs a cargo, o la decisión de incrementar el número de testeos diagnósticos al personal de Salud, a pesar de que ambas cuentan con fundamentaciones y fueron planteadas en varias oportunidades, han encontrado resistencia en la conducción política del Comité.
Tampoco se ha logrado aún acceder a la información actualizada acerca de lxs trabajadorxs de la Salud afectadxs por coronavirus en los establecimientos públicos bonaerenses, ni se ha suministrado, al día de hoy, la cantidad de personal de ambas leyes incorporadxs al sistema. Ambos datos resultan indispensables para componer el cuadro de situación provincial y saber cuánto se ha logrado avanzar en la protección de lxs trabajadorxs y en la dotación básica de recursos humanos que se requiere para hacer frente a los días que vendrán. Otra cuestión pendiente es que el accionar y las decisiones del Comité sean públicas a través de la página web del Ministerio de Salud.
CICOP continuará aportando a todos los debates y bregando porque el espacio logrado vaya de la mano de las decisiones políticas necesarias que lo fortalezcan en su funcionamiento y en resoluciones prácticas de cumplimiento efectivo. Resulta indispensable una mayor jerarquización del mismo, con una mejor organización de las temáticas que se abordan y la efectivización inmediata de las definiciones consensuadas.
Los reclamos de lxs trabajadorxs de la Salud en diferentes ámbitos
Con la firme decisión de avanzar en procesos de unidad en las acciones que acordemos protagonizar y en desarrollar actividades que expresen las dificultades que atraviesan los diversos sectores que componen el sector Salud, en la semana que pasó CICOP sostuvo reuniones virtuales con compañerxs que desarrollan sus tareas en los hospitales y centros de salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del Hospital Garrahan y también con gremios hermanos de otras provincias.
Con anterioridad a la pandemia que atravesamos, veníamos desarrollando iniciativas conjuntas, poniendo en común reclamos y elaborando documentos que permitieron sostener, en noviembre de 2019, una exitosa Jornada Metropolitana que abordó las condiciones de lxs trabajadorxs de la Salud y el modelo sindical en el AMBA. Asimismo, decidimos conformar una agrupación nacional, denominada Fesprosa Línea Histórica, también con debates y expresión a través de documentos públicos, con el objetivo de sentar posición en políticas sanitarias y en la construcción de organizaciones gremiales democráticas y participativas, cuestionando fuertemente la concentración de las decisiones en nuestra Federación nacional.
La pandemia nos encuentra ahora enfrentando problemas similares y diferentes en su territorialidad, pero que tienen en común reclamos por mejores salarios, mayor cantidad de personal en todos los efectores de la Salud Pública, condiciones adecuadas para el desarrollo de nuestras tareas, inversión en políticas sanitarias y el rechazo a los ajustes sobre el conjunto de la clase trabajadora y el personal de Salud en particular. Como resultado de los intercambios realizados, convinimos en que es necesario darle visibilidad a nuestros reclamos, avanzando en la decisión de llevar adelante en las próximas semanas, una Jornada con acciones propias en cada lugar que nos aúne en expresiones colectivas de lucha común.
Así lo evaluamos y debatimos también en la reunión virtual del Consejo Directivo Provincial que se desarrolló el pasado viernes, donde acordamos también en la necesidad de pronunciarnos por el rechazo al pago de la deuda externa frente a la enorme deuda interna que padecemos y a favor de que se promulgue una ley que grave a las grandes fortunas y las rentas. Tal como lo mencionamos en nuestra Circular anterior, ha llegado el momento de que quienes más tienen aporten parte de sus fabulosas ganancias para contribuir a un mejor desarrollo de las políticas públicas.
Es hora de decisiones políticas que destinen más y mejores recursos a paliar la situación económica de los sectores más afectados con subsidios universales, la prohibición de despidos, suspensiones y rebajas de salarios, el apoyo con créditos a los pequeños emprendimientos comerciales y productivos, fortaleciendo al sistema público de Salud con presupuesto y todo lo necesario para enfrentar adecuadamente la pandemia, no descuidando otras situaciones sanitarias que también requieren atención y cuidados. La crisis que atravesamos y los días difíciles que se avecinan nos encontrarán dando todas las luchas que sean necesarias para avanzar en la construcción de una sociedad menos desigual y más justa, donde las políticas estén al servicio del bienestar del pueblo.