EDITORIAL
Crece la pandemia, faltan trabajadorxs
La pandemia del coronavirus en nuestro país ha entrado en una fase de constante aumento de casos y también de fallecimientos, con una tasa de letalidad de un 2,6 %. Las medidas que se tomaron el 20 de marzo, al poner en marcha tempranamente el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, permitieron retrasar el proceso. Esto generó la posibilidad de ganar tiempo e iniciar acciones para dotar de algunos recursos a un Sistema de Salud que, en todos los niveles, arrastra graves problemas estructurales y un lugar de escasa importancia en presupuestos y agendas públicas.
Lamentablemente, a los insumos, equipos de protección personal, aumento de las camas de terapia intensiva y reorganización de los lugares de trabajo – que reclamamos y empezamos a conseguir -, no se lo acompañó, hasta el día de hoy, con la incorporación de la cantidad necesaria de trabajadorxs, un recurso valioso sin el cual, por más programas que se pongan en marcha y protocolos que se actualicen, no será posible enfrentar adecuadamente la emergencia sanitaria en curso. De los 2.500 profesionales que hacen falta hoy en el sistema provincial, han ingresado a la fecha 650, lo que impone la necesidad de acelerar los nombramientos pendientes y hacer efectivo el ingreso a la planta de todxs lxs residentes que egresan este año.
Los salarios insuficientes, la precarización laboral y las malas condiciones de trabajo en todos los niveles, han desalentado durante años los ingresos a los efectores públicos de Salud. Y si bien ahora, para enfrentar estas circunstancias extraordinarias, en la Provincia de Buenos Aires se abrió la disponibilidad de nuevos cargos, no sólo lxs postulantes son escasxs, sino que la demora en las designaciones continúa siendo un escollo que no se termina de superar.
A esto, hay que agregarle la enorme preocupación por el crecimiento de contagios en el personal de Salud actualmente en funciones. Según los datos proporcionados por las autoridades provinciales, al 8/6/20, esta cifra ascendía a 1063 trabajadorxs de instituciones públicas y privadas. Los fallecimientos a nivel nacional llegan a la fecha a 12 compañerxs, el último de ellos un enfermero del Hospital Oller de San Francisco Solano. Las causales tienen que ver con el pluriempleo, la falta de equipos de protección para todo el personal y las condiciones de pertenencia a grupos de riesgo sanitario, a los que se les siguen negando las licencias que les corresponden, pese a todos los reclamos presentados.
La situación en Argentina es heterogénea en relación al avance de la pandemia. De hecho, en más del 80 % del país no sólo hay pocos casos, sino que esto ha permitido que las medidas estrictas de los inicios se pudieran levantar y comenzaran a funcionar actividades que estuvieron restringidas y afectadas durante los primeros meses, aunque en algunos lugares hubo que retroceder después de algunas aperturas por la aparición de casos positivos.
Muy diferente es lo que ocurre en la zona del AMBA, donde están los grandes conglomerados urbanos y se concentran más del 90 % de los contagios y fallecidxs, con números que no paran de crecer a diario. Este panorama no se condice con la creciente flexibilización de las medidas que observamos, desde hace varias semanas, tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en el conurbano bonaerense. Y si bien se hacen anuncios para mantener las restricciones y los funcionarios no dejan de expresar su preocupación al respecto, finalmente no se actúa en consecuencia ni se toman decisiones políticas que vayan en ese sentido.
Los días que vienen, con el inicio del invierno, serán muy difíciles de afrontar si no se arbitran todos los medios necesarios para disminuir la circulación de personas en las calles y en el transporte público, con las mayores redes de protección social para la población más vulnerable mediante subsidios universales y la protección del trabajo con la prohibición efectiva de despidos, suspensiones y rebajas de salarios.
Si no se resuelve, además, la situación de falta de personal en hospitales y centros de salud, si no se cuida adecuadamente a quienes tienen la responsabilidad de brindar atención a la población y se avanza con un verdadero fortalecimiento del sistema público de salud, en todos sus niveles, los problemas no harán más que multiplicarse. Como venimos demandando, la necesidad de suspender los pagos de la deuda y concretar el impuesto a la riqueza y las rentas es imperiosa para lograr el financiamiento de estas medidas.
Una Jornada de Lucha, Denuncias y Reclamos
Con todos estos reclamos y tal como lo había resuelto oportunamente el Consejo Directivo Provincial, CICOP impulsó y llevó adelante el 10 de junio pasado una Jornada Nacional de Lucha en Salud, con acciones locales en hospitales provinciales y municipios. En cada lugar, de acuerdo a lo decidido por las diferentes seccionales, se hicieron asambleas, cartelazos con los reclamos, suelta de globos negros por lxs trabajadorxs fallecidxs, conferencias de prensa y visibilizaciones varias que dieron cuenta de las graves carencias que nos atraviesan.
A partir de una decisión coordinada con los sindicatos que integran nuestra línea Fesprosa Histórica y con reclamos puntuales, también hubo movilizaciones y diferentes acciones en las provincias de Jujuy, Salta y Córdoba, donde lxs trabajadorxs de la Salud, más allá de las particularidades locales, comparten una falta de inversión en el área que va en desmedro de las situaciones que tienen que enfrentar a diario.
En horas del mediodía, junto con representantes de más de quince gremios y organizaciones del ámbito sanitario de la Ciudad de Buenos Aires y el Hospital Nacional Garrahan, con quienes venimos articulando colectivamente desde hace varios meses, llevamos adelante una radio abierta en el Obelisco. Tomando todas las medidas de distanciamiento social y los recaudos necesarios, pudimos expresar públicamente las necesidades de cada espacio, las vulneraciones de derechos que atraviesan a los equipos de salud en los diferentes efectores, así como la preocupación por la población más desprotegida, afectada particularmente por la crisis económica y las malas condiciones sanitarias estructurales que padecen desde hace mucho tiempo.
El viernes pasado, nuestro Consejo Directivo evaluó como positivo el balance de la jornada por la gran participación de hospitales y centros de salud, no sólo de la provincia de Buenos Aires, sino también de distintas regiones del país, lo que significa un salto cualitativo en la unidad y coordinación de la lucha de lxs profesionales de la Salud a nivel nacional. Se realizó también un extenso debate y con diversas opiniones sobre la modalidad de la jornada en las condiciones particulares que genera la etapa actual de la pandemia, discusiones que nos fortalecen para el tiempo que viene, en donde deberemos continuar nuestros reclamos con un alto grado de consenso en estas condiciones extraordinarias.
Como nunca antes, y por razones no deseadas por nadie, la salud ha adquirido un protagonismo que revela y desnuda sus graves falencias. La lucha para transformar las precarias condiciones de trabajo que ponen cotidianamente en riesgo a lxs compañerxs es una responsabilidad que no podemos ni debemos soslayar, reafirmando todas las herramientas propias de lxs trabajadorxs. Así lo haremos, honrando nuestra trayectoria, tal como lo hemos hecho en las diferentes circunstancias que nos tocaron atravesar a lo largo de nuestra historia, con autonomía del Estado, los gobiernos y los partidos políticos, en defensa irrestricta de la Salud Pública y los derechos de lxs profesionales de la Salud.
Paritaria e IPS
En la paritaria de la Ley 10.471, cerrada el 20 de abril pasado con la aceptación en disconformidad de la propuesta integral formulada por el Gobierno provincial, se acordó explícitamente la reapertura de las negociaciones en este mes de junio que estamos transcurriendo. No tenemos, por ahora, novedades al respecto. Tampoco fue convocada, en este tiempo, la paritaria de la Ley 10.430.
Los salarios de lxs profesionales de la Salud bonaerense continúan desjerarquizados y no se condicen con la responsabilidad de la tarea que estamos llevando adelante, siendo necesario invertir urgentemente en su recomposición. Asimismo, quedan pendientes de resolución, entre otras cuestiones, centenares de expedientes de concursos e interinizaciones de becarixs, la efectivización de cargos para todxs lxs residentes que acaban de finalizar su último año y la modificación del reglamento que los rige con los acuerdos alcanzados.
Por otro lado, continuamos sin que se reconozcan nuestros derechos previsionales de acuerdo con el Decreto de Desgaste Laboral, cuando llevamos más de cuatro años y medio de aportes diferenciales. La Mesa Técnica convocada por el acuerdo paritario no sólo no avanzó en ninguna resolución, sino que fue discontinuada unilateralmente, no habiéndose observado hasta ahora ninguna propuesta oficial para comenzar a tratar con visos de resolución tan importante problemática.
Es necesario también abordar en el ámbito paritario, con todos los gremios estatales, la situación del Instituto de Previsión Social (IPS). Debe pronunciarse claramente el Gobierno en relación al sostenimiento de todos los derechos previsionales de lxs trabajadorxs provinciales. En este sentido, CICOP se ha expresado en varias oportunidades en oposición a cualquier intento de “armonización” con el sistema nacional, formando parte también del conjunto de gremios que solicitaron una audiencia urgente a la Ministra de Trabajo provincial para tratar el tema.
La situación en IOMA
En la semana que pasó, por medio de una conferencia de prensa, el Gobernador Axel Kicillof anunció la utilización de fondos de nuestra Obra Social, IOMA, para una “Propuesta de sustentabilidad del Sistema Sanatorial”, que prevé un aumento en los nomencladores, pago especial de módulos específicos para Covid-19 y una ayuda financiera de 400 millones de pesos mensuales para clínicas y sanatorios privados, en carácter de préstamo, a devolver en doce cuotas sin interés, en lugar de declarar de utilidad pública al sector.
Presentada como una decisión que tendía a unificar el funcionamiento de los subsectores público y privado en el contexto de la pandemia, la medida implica una verdadera desviación de los recursos de IOMA para salvar a las empresas de la Salud privada, estamento en donde impera un fuerte componente lucrativo y en las que lxs trabajadorxs son el eslabón más débil de una cadena que lejos suele estar de ser virtuosa.
A nuestro entender, si eventualmente hubiera una definición de proveer facilidades para un sector en dificultades, no debieran utilizarse los recursos de la Obra Social para ello. Los mismos debieran disponerse para mejorar las coberturas, que llevan un largo tiempo de deterioro y que generan que cada vez sea necesario más dinero de los bolsillos de lxs afiliadxs para acceder a las prestaciones.
Esta decisión unilateral, ni siquiera consultada con los sindicatos que conforman el Consejo Consultivo Gremial, constituye un avance sobre nuestros derechos y de ninguna manera abona la idea de un sistema único tal como nosotrxs lo concebimos y reclamamos. Como lo dijimos desde el inicio mismo de la pandemia, esta es la oportunidad de fortalecer el Sistema Público de Salud con una inversión presupuestaria significativa, garantizando de ese modo que toda la población tenga amplio acceso a la mejor atención posible y con trabajadorxs de la Salud cuidadxs integralmente, con plena vigencia de sus derechos laborales.