Luego de dos años de pandemia han quedado enormes desafíos para los trabajadores y trabajadoras de la salud. El primero de ellos, y el más urgente, tiene que ver con conseguir el reconocimiento a la tarea realizada. El Estado está en deuda con el equipo de salud y tenemos que ser conscientes de que sin lucha no habrá reconocimiento salarial, laboral y profesional.
Otro de los desafíos de mayor escala, y con implicancias de mediano y largo plazo, tiene que ver con la reformulación del sistema de salud en donde desarrollamos nuestra profesión. Desafío que involucra a la sociedad en su conjunto y merece un serio y profundo debate. Avanzar hacia un sistema único de salud es un objetivo para garantizar cabalmente el derecho a una salud pública, gratuita y universal sin arancelamientos, ajustes y financiada desde rentas generales con el presupuesto necesario. Sin dudas, además del compromiso de nuestra CICOP, la unidad sindical nacional del equipo de salud es una herramienta necesaria.
Sin embargo, la burocracia sindical enquistada en las organizaciones sindicales que se adjudican la representación en el ámbito nacional de lxs trabajadorxs de la salud no han estado a la altura de las circunstancias para unificar los conflictos y la organización. Las conducciones de FATSA en el sector privado, AMM en CABA y, lamentablemente, FeSProSa en el resto del país han gastado más energía en mantener sus propios privilegios y cuotas de poder que en organizar la lucha por los compañeros que batallaban en la primera línea contra la pandemia.
De quienes persisten en cultivar el viejo modelo sindical burocrático, nada nos sorprende. Sin embargo, lamentamos profundamente el proceso de burocratización y abandono de los principios fundacionales en el núcleo de conducción de la FeSProSa de la cual nuestra CICOP dio el puntapié inicial e invirtió gran cantidad de energía militante en el proceso fundacional y en su desarrollo.
Hace muchos años que venimos denunciando que nuestra Federación Nacional fue abandonando sus principios fundacionales y que había dejado de ser una herramienta de unidad, democracia sindical plena y lucha.
El manejo burocrático de quien se perpetuó y luego autoproclamó como su principal dirigente por casi dos décadas, Jorge Yabkowski, jugó un papel determinante en este proceso regresivo. Las presiones del aparato sindical y la superestructura estatal, no fueron contrapesadas al alejarse de los procesos de base, las necesidades del equipo de salud y la vida cotidiana del gremio. La fuerte política de “pensamiento único” y sus métodos antidemocráticos hicieron que esta persona pasara de ser un dirigente reconocido a una ubicación marginal en su sindicato de base (CICOP), expresándose ello tanto en las elecciones, como en el conflicto social y la vida interna de nuestro gremio.
La utilización de la Federación como una agrupación monolítica al servicio de la disputa en la CICOP, profundizó las posiciones sectarias y fomentó un proceso divisionista en la organización. La concentración de la conducción en un grupo reducido y la imposición del pensamiento único, fue degradando a la FeSProSa.
Este método de conducción llevó al cuestionamiento no solo en CICOP, sino que comenzó a ser resistido por muchos sectores en el país y, no casualmente, por los sindicatos fundadores de la federación. Fueron varias las provincias que dejaron de participar de la federación denunciando maniobras antidemocráticas e intervencionistas, entre ellas sus organizaciones fundantes. En el 2018 CICOP eligió una terna para representar a nuestra provincia en la Federación, pero el núcleo comandado por Yabkowski desconoció esta resolución.
Desde la CICOP, iniciamos un proceso de resistencia a este curso y de propuestas para revertirlo, trabajando en unidad con otros sectores de la FeSProSa y se abrió paralelamente un proceso de confluencia con sindicatos de salud del área metropolitana, conformando una mesa de unidad.
En ese camino, formulamos diversas propuestas para lograr un cambio de rumbo de la Federación, a través de documentos, mociones en el CEN y los congresos. Reclamamos se abra el debate democrático de diversos temas fundamentales (políticos, metodológicos y relativos a la perspectiva de géneros) y se proceda a una reforma estatutaria para democratizar el régimen interno y reforzar el carácter federativo de la organización. Lamentablemente ello fue rechazado. Propusimos una mesa de consenso para canalizar la crisis creciente que incluso había llevado al alejamiento de uno de los sindicatos fundantes (AMPROS/Mendoza). Lamentablemente nunca se impulsó su funcionamiento por parte de la conducción efectiva de la FeSProSa.
En función de estas consideraciones y luego de un proceso de debate en las seccionales, el Congreso del 18/10/2019 resolvió no convalidar ni financiar prácticas autoritarias y antidemocráticas. La resolución fue clara: “a) Suspender transitoriamente la participación de CICOP en FeSProSa; b) ratificar la suspensión del aporte federativo; c) no participar institucionalmente en el proceso electoral de FeSProSa del 1 de noviembre de 2019, por lo cual ningún afiliadx podrá arrogarse la representación de CICOP en dicho proceso; d) impulsar el intercambio solidario y fraterno con organizaciones sindicales de otras jurisdicciones para avanzar en la unidad de acción y la construcción de un modelo sindical democrático, autónomo, pluralista y con perspectiva de género, en defensa de la Salud Pública”.
Pese a esta clara señal de demanda de cambio, se ha profundizado el curso burocrático de la FeSProSa. Se agregaron actitudes rupturistas y de funcionamiento paralelo al estatutario en CICOP y UTS de Córdoba y apelación al intervencionismo del estado, cercenando el principio de autonomía. Los métodos fraudulentos documentados en las elecciones de CICOP y APSADES de Salta, marcaron un límite inaceptable. Y el salto de calidad se produjo cuando el núcleo conducción de FeSProSa manipuló a la Federación como punta de lanza de una política intervencionista del Ministerio de Trabajo de la Nación en el sindicato APSADES (Salta). Esta decisión violó todos los principios democráticos, utilizó a la federación para intervenir una provincia involucrando al Ministerio de Trabajo para reemplazar a la junta electoral elegida por los afiliados de APSADES-Salta falsificando documentación. Sin dudas un punto de no retorno a partir de una práctica propia de la burocracia sindical que atropella la decisión de los trabajadores y el principio de autonomía y de autodeterminación de los sindicatos de bases en cada provincia.
En este período, mientras agotamos los debates tendientes a salvar la unidad de la FeSProSa, avanzamos en la articulación de acciones y organización con referentes de Jujuy, Salta, Córdoba, Santa Fe, Hospital Garrahan y también sindicatos de CABA con los que conformamos la Mesa de Organizaciones de Salud del AMBA por un lado y desarrollamos un proceso de coordinación que denominamos Línea Histórica de FeSProSa en el ámbito nacional. En este contexto y luego de un largo proceso, decidimos hoy darle institucionalidad a una decisión tomada hace mucho tiempo y a explorar ampliar la unidad con otros sectores del país. Reafirmamos la decisión de avanzar en la construcción de una nueva herramienta de unidad nacional, democrática y de lucha. Y para eso tomamos como ejemplo las experiencias de los sindicatos que decidimos iniciar un camino diferente confrontando con las prácticas burocráticas que debilitan a los trabajadores.
Nos proponemos avanzar en recuperar las bases fundacionales de la federación y su programa de reclamos (paritaria y carrera nacional, 82% móvil, salario acorde a la canasta familiar, sistema único de salud, entre otras), construyendo una verdadera unidad en la diversidad, defendiendo la autonomía de todos los gobiernos y corporaciones de poder, impulsando las democracia de base en las decisiones, la organización en los lugares de trabajo y la lucha y la movilización como herramienta para conquistar derechos como lo venimos haciendo en nuestra provincia de Buenos Aires con nuestras paritarias, el pase planta permanente de interinos, la incorporación de los residentes a los planteles y el avance para el reconocimiento de miles de trabajadores como profesionales de la salud.
Proyecto de Resolución
En función de los considerandos de este documento, el Congreso de CICOP resuelve:
1) Desafiliar a la CICOP de la FeSProSa. Para ello dar todos los pasos políticos y legales que correspondan.
2) Ratificar los principios fundacionales de la FeSProSa y nuestro compromiso con un modelo sindical autónomo, democrático y de lucha en defensa de los derechos del equipo y del sistema público de salud.
3) Impulsar firmemente la construcción de una nueva Federación Nacional que recupere los principios democráticos, autónomos y de lucha bajo los cuales se inició la construcción de Fesprosa. Trabajar para confluir, dentro de estos principios fundacionales, con la más amplia unidad de todas las asociaciones sindicales de profesionales y técnicos del país para recuperar una herramienta nacional en la lucha por otro sistema de salud, con plenos derechos de sus trabajadores.
CONSEJO DIRECTIVO PROVINCIAL