Hasta la fecha hubo 73 sentencias por trata de personas en el país desde que fue sancionada la Ley 26364 de Trata de Personas en el año 2008. Según el informe del 2012 de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (UFASE), que recopilaba 56 de esas sentencias, la mayoría se habían producido en Rosario y, en orden decreciente: La Plata, Mar del Plata, Paraná y Posadas. Además, los procedimientos judiciales aumentaron más de un 100% entre el 2010 y 2011.
COMUNICAR IGUALDAD– Desde la sanción de la Ley 26364 de Trata de Personas en el año 2008, la justicia produjo 73 sentencias sobre el tema, incluida la de la semana pasada en Santa Cruz (Ver Primer Juicio por Trata de Personas en Santa Cruz). Según el registro que lleva la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (UFASE), en las primeras setenta hubo 72 con condenas y 8 que fueron absoluciones. Rosario es la ciudad en la que –según el Informe Anual 2012 de la UFASE– se produjeron hasta ahora más sentencias (8); le seguían La Plata y Mar del Plata con 6 cada una; Paraná, Salta y Posadas con 5; y luego otras jurisdicciones con menos de 5. A la vez, aumentaron muchísimo los procedimientos iniciados en los últimos años: 106 en el 2010, 237 en el 2011 y 256 desde enero a octubre del 2012.
Según esta investigación, en el 84% de los casos el tipo de explotación detectada era sexual, y las mujeres fueron el 91% de las víctimas. En la investigación La trata sexual en Argentina- Aproximaciones para un análisis de la dinámica del delito –realizada por la UFASE y el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) en base a las causas judiciales de trata iniciadas en los juzgados del 2008 hasta abril del 2011 y a artículos periodísticos y entrevistas a fuerzas de seguridad y funcionariado- el porcentaje de víctimas mujeres asciende a 98%, lo cual evidencia la discriminación de género en el delito de explotación sexual. Dice al respecto la investigación: “Las instancias de dominación y control sobre la sexualidad femenina, se expresan en la posibilidad de acceso de los hombres a los cuerpos de mujeres y niñas en el ‘mercado’ y la industria del sexo”. También se aclara que estos valores no indican necesariamente que personas con identidades de género diversas no sean víctimas de trata; de hecho las personas integrantes de las fuerzas de seguridad entrevistadas señalaron que cuando se encontraron personas trans en los prostíbulos no fueron identificadas como víctimas.
Las mujeres son las principales víctimas
En ambas investigaciones, la mayoría de las mujeres víctimas de trata era mayor de edad (73%), sólo se encontraron un 27% de víctimas menores de edad, por lo que las mismas concluyen que quizá hubo una mutación del delito luego de la sanción de la ley en el 2008 y actualmente las personas que ejercen el proxenetismo se cuidan más de explotar a menores de edad y si lo hacen no es en prostíbulos a la vista de cualquier posible cliente. Sin embargo, esta proporción general no es la misma cuando se habla de mujeres tratadas de Paraguay o de Argentina: en el caso de las primeras, descienden al 9% y en el de las segundas ascienden al 46%. El informe La trata… arroja en este sentido dos conclusiones: en relación a la menor cantidad de víctimas menores de edad en general “probablemente el universo de víctimas menores afectadas por la problemática sea considerablemente mayor que lo que la Justicia ha constatado” y en relación a la enorme cantidad de víctimas menores de edad de Argentina: “pone en evidencia el concepto de ‘víctima’ que con frecuencia manejan los operadores judiciales y funcionarios policiales; definiéndose casi únicamente a partir de la condición de menores o extranjeras. En este sentido, presumiblemente buena parte de las víctimas argentinas mayores se encuentren invisibilizadas en su condición de tales”.
Según el informe 2012 de la UFASE, si bien el 75% de las personas condenadas eran argentinas, las víctimas eran principalmente paraguayas (36%), en segundo lugar argentinas (32%) y en tercer lugar bolivianas (19%). En la investigación La trata…, en cambio, hay una preeminencia de víctimas también argentinas (51%), luego paraguayas (36%) y luego de otras nacionalidades en porcentajes inferiores al 10%. Según esta última, los datos confirman las conclusiones de un informe realizado en el año 2008 por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) acerca de la preponderancia en el país de la trata interna por sobre la internacional.
En La Trata… se consigna que las investigaciones judiciales relevan muy poca información acerca del perfil social de las víctimas, lo cual permitiría conocer más acerca de las condiciones por las cuales se vieron involucradas en situaciones de trata de personas. Sin embargo, en el informe se puso establecer que “un denominador común es que las víctimas han manifestado ser madres, con hijos a cargo, y con graves problemas económicos. Esta situación las incitó a aceptar alternativas laborales precarias, ambiguas, imprecisas o que suponen un alejamiento de sus familias y sus redes de contención”. Y en algunas ocasiones manifestaron la presencia de problemas familiares serios, antecedentes de abuso sexual y de violencia familiar.
Perfil de las personas condenadas
En cuanto al sexo de las personas condenadas, según el informe 2012 de la UFASE, hay bastante paridad entre mujeres y varones, situación que no se condice con la participación general de mujeres en hechos delictivos: mientras en la investigación de la UFASE el 65% de las personas condenadas eran varones y el 35% mujeres, el promedio general de condenas femeninas por todo tipo de delitos en el país no supera el 10%. Según el informe de la UFASE: “Esta circunstancia puede estar dando cuenta de una suerte de mutación en el tiempo de víctima a victimario de algunas de las mujeres captadas por el sistema prostibulario”, y en el informe La Trata… se agrega que el sistema judicial actual no prevee soluciones paliativas claras para esta criminalización de muchas víctimas de trata reconvertidas, luego de haber sido explotadas, en engranajes de la red delictiva. Sobre los roles que asumen las mujeres dentro de estas redes, el informe 2012 de UFASE observa que suelen tener participación directa en el tramo de captación y recepción de las víctimas y luego trabajan en forma cotidiana en el prostíbulo en el rol de encargadas, lo cual evidencia la asignación diferencial de los roles de género en el trabajo. La participación en la captación podría tener que ver con la mayor confianza que una mujer podría despertar en posibles víctimas, y la tarea como encargadas del prostíbulo con el rol subalterno que ocupan en general las mujeres en estas organizaciones. Según la investigación, los varones son mayormente los administradores del negocio, es decir quienes manejan el dinero.
Modalidades de captación y rutas
En relación a la modalidad en que las víctimas fueron captadas, en La Trata… fue relevado que la forma predominante es el engaño (49%) en relación a la actividad ofrecida y a la modalidad de ejercicio de la misma. Los empleos que suelen ofrecerse son en general precarios: en el servicio doméstico, en whiskerías como coperas o meseras, como niñeras, entre otros, y en algunos casos se explicita que habrá una situación de prostitución, pero nunca de explotación sexual que es lo que sucede en general cuando llegan al lugar de destino. El tipo de modalidad de captación “permite dar cuenta, por un lado, de la condición de vulnerabilidad socioeconómica previa de las víctimas, y por el otro, del tipo de estructura más elemental y rudimentaria que necesitan las redes para efectivizar el engaño, a diferencia del tipo de estructura necesaria para concretar un secuestro” se señala en la investigación. Sólo se detectaron secuestros en dos casos. Hay que destacar que sobre un 43% de casos no hay datos en relación a la modalidad de captación.
Así como los secuestros no serían predominantes en las formas de trata en Argentina, tampoco lo serían las captaciones via internet, que representan sólo el 4% de los casos. En el 50% de los casos las víctimas son captadas en contactos personales, cara a cara; aunque en este caso, como en el anterior, hay un 45% de situaciones sin datos. Esta modalidad de captación, se señala en la investigación, se vincula a que la mayoría de los casos de trata (49%) se produce en ciudades pequeñas, de menos de 70 mil habitantes. En talleres realizados en la provincia de Santa Fe, sus integrantes daban cuenta de una modalidad de captación tipo “hormiga”, una a una y de persona a persona.
En relación a las personas en las que depositan su confianza las víctimas, en el 27% de los casos lo hacen a personas a quienes no conocían previamente, pero en el 25% son conocidos o familiares. Sin embargo, acá también hay un alto porcentaje (47%) de casos sin datos.
Sobre las rutas, y retomando que Argentina sería predominantemente país de destino y no de origen de mujeres víctima de trata, las rutas predominantes que se observan son desde Paraguay hacia Argentina y desde el noreste hacia el centro del país, con la provincia de Buenos Aires como espacio donde confluirían mujeres víctimas de diferentes provincias. Las víctimas son trasladadas principalmente en colectivos y autos y si bien en algunos expedientes se detectó connivencia de las personas que manejan los colectivos con las redes de trata, no se siguió la investigación de estos vínculos.
Las víctimas son explotadas mayormente en espacios a la calle como whiskerías, pubs y cabarets que funcionan en verdad como prostíbulos (74%), mientras que un porcentaje menor (22%) es explotado dentro de departamentos privados. Según la investigación La Trata… esto daría cuenta de que “la actividad judicial está dirigida casi en su totalidad, a lugares públicos, identificables, muchas veces inclusive habilitados por los municipios”. Las mujeres víctimas no sólo fueron captadas en ciudades pequeñas, sino también explotadas, en otras regiones del país, en otras urbes no muy habitadas: casi un 32% fueron explotadas en ciudades con menos de 25.000 habitantes, la mayoría de ellas entre 15.000 y 5.000 habitantes; y en un 23%, en ciudades de más de 140.000 habitantes, entre las que se destaca fundamentalmente Mar del Plata. ”El bajo número de procesamientos en grandes ciudades, permite esgrimir razones a la desproporción entre privados y whiskerías. Son realmente insignificantes la cantidad de procesamientos en grandes centros urbanos, a excepción de Mar del Plata. En este sentido, estas variables –privados vs whiskerías y centros urbanos vs ciudades del interior‐ deben ser puestas en diálogo. Es posible que en los centros urbanos exista una mayor proporción de privados a la que aparece en las ciudades del interior del país, o en ciudades a la vera de las rutas, pero no opera sobre éstos ningún tipo control oficial” se señala en la investigación.
En este sentido, el informe alerta que la UFASE detectó y denunció la existencia de explotación sexual en al menos 190 departamentos privados de la Ciudad de Buenos Aires y que a la fecha del informe había 79 denuncias por situaciones de trata en CABA presentadas ante la justicia; sin embargo, los avances judiciales eran insignificantes. En el sentido inverso, la investigación destaca la tarea de Misiones en el combate a la trata. Esta provincia, junto a Buenos Aires, son las de mayor explotación sexual. “En aquellas provincias en las que se manifiesta una voluntad política frente a la problemática de la trata con fines de explotación sexual, la cantidad de víctimas halladas en situaciones de explotación, se ve notoriamente incrementada en relación al resto de las provincias, tal es el caso de Misiones y Buenos Aires. Más aún, si bien puede presumirse que Buenos Aires es uno de los principales centros de explotación, no sucede lo mismo con Misiones, generalmente más vinculada a la etapa de reclutamiento que a la de explotación”. Córdoba, Entre Rios y La Pampa son las provincias que siguen en cantidad de víctimas.
Fotos: Campaña Amnistía Internacional