Una investigación realizada por técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en maternidades del conurbano bonaerense detectó en la leche materna de madres de bebés valores de plaguicidas superiores en un 15 por ciento a los establecidos en el Código Alimentario Argentino. Se trata de residuos de pesticidas que alteran la calidad nutricional del alimento y que podrían causar trastornos en la salud de los bebés.
Buenos Aires, 17 de febrero de 2013.-
Los resultados de los estudios del Centro INTI-Lácteos encendieron la alarma en los expertos que en los últimos años estuvieron abocados a investigar las características composicionales de la leche materna y la existencia de plaguicidas órganoclorados como indicadores de contaminación ambiental.
Según publicó en su edición de este sábado el Diario Popular, las futuras madres incorporan estos compuestos por la ingesta de agua, frutas y verduras en su alimentación.
La investigación volvió a poner en discusión el preocupante nivel de riesgo de toxicidad que tienen los alimentos que se consumen a diario producto del avance de los plaguicidas en las zonas de cultivo y su alta persistencia en el medio ambiente.
Los pesticidas órganoclorados son utilizados para controlar las poblaciones de insectos y plagas, mientras que los expertos explican que la contaminación de la leche materna por plaguicidas constituye uno de los factores de riesgo que puede influir sobre la salud del feto y el recién nacido provocando problemas en el desarrollo, afecciones en el intelecto y alteraciones a la inmunidad que podrían causar tumores en la infancia y adultez.
Los estudios del organismo se realizaron conjuntamente con el Hospital Materno Infantil Ramón Sardá de la Ciudad de Buenos Aires, el Hospital Posadas de Haedo y la Maternidad Santa Rosa de Vicente López, y se centraron en un grupo de madres que habían dado a luz en esos establecimientos.
En diálogo con el Diario Popular, la licenciada Patricia Gatti, integrante de INTI-Lácteos, explicó que «en los últimos años hemos encarado diversos estudios relacionados con la presencia de compuestos pesticidas órganoclorados en leche materna, muestreando distintas madres en etapa de amamantamiento».
«Los trabajos han arrojado la presencia de estos residuos. Pero la frecuencia de aparición y su concentración depende de la población de estudio que no fue la misma en todos los casos y el grado de exposición a los agrotóxicos», explicó.
En este sentido, Gatti indicó que «la mayoría de las pacientes, incluso las de la maternidad Sardá, provenían del Conurbano. En las salas de Vicente López y Haedo es donde se observó una tasa de prevalencia del orden del 15%».
«Para establecer este dato se compararon las muestras con los valores establecidos en el Código Alimentario Argentino para la leche fluida y hallamos una concentración de un 15% más de plaguicida de la recomendada», agregó.
Por último, explicó que si bien el uso de este tipo de pesticidas está prohibido, «quedan residuos en el medio ambiente y en los alimentos que comemos porque son muy resistentes».