Pasaron 15 años de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, conocida como “el argentinazo”. Fueron jornadas que no solamente significaron un nivel inédito de movilización con epicentro en la Plaza de Mayo y réplicas en todo el país, sino que también pusieron punto final al gobierno neoliberal de Fernando De la Rúa y la Alianza. Expresaron, asimismo, un rechazo a la política tradicional, al modelo económico y social impuesto en la década infame que había comenzado con el menemismo, y una demanda masiva de cambios profundos en el país. Las asambleas barriales, empresas recuperadas, movimientos piqueteros, recambios sindicales y expresiones políticas emergentes, fueron manifestaciones por la positiva de los reclamos de un pueblo que empezaba a decir basta. Un capital acumulado que, de alguna manera, cobra nuevo impulso al calor de la necesidad de enfrentar el modelo de ajuste que nos quiere imponer el actual gobierno.
Para nuestro gremio, estas jornadas también tienen una significación especial. Porque vivimos de manera particular esos fenómenos que se expresaron en el conjunto de la sociedad. El 19 por la mañana nos encontró en las calles, movilizados en La Plata con los estatales. Tuvimos nuestro bautismo de represión ante las puertas de la Legislatura, cuando de su seno irrumpió un destacamento de la guardia de infantería disparando sobre nosotros una lluvia de balas de goma y gases. Un compañero del astillero resultó gravemente herido y perdió un ojo. Pero la CICOP supo reagruparse y, junto a los demás compañeros y compañeras, realizar el acto donde pusimos bien en claro nuestros reclamos.
El 2001 también fue un hito en nuestra alianza con la población para la defensa de la salud pública. El Foro Social de Salud, conformado junto a organizaciones piqueteras y de pacientes, entre otras, fue producto de esas históricas jornadas.
Homenajeamos aquí a los protagonistas y a los mártires de aquellos días, y reafirmamos la rigurosa vigencia de los reclamos de una sociedad que ganó las calles y nunca más aceptó pasivamente entregar los espacios conquistados.