Hace pocos días, falleció María Laura Tártara (Laura, para sus compañerxs y amigxs). Batalló y no pudo contra una cruel enfermedad terminal que se la llevó tan de repente.
Pero hubo otras batallas que pudo librar y, con sus firmes convicciones, llevar adelante. Pediatra de nuestro hospital era la Jefa del Servicio del HIGA Eva Perón, hasta que la enfermedad dijo basta. Y luchadora sin cuartel por el desarrollo de nuestra querida CICOP, durante largos años integrando la Comisión Directiva y también como Congresal.
Vehemente, peleaba hasta el final por sus ideas. Detrás de ese duro escudo, Laura era tierna y querible, madre, abuela y una gran persona.
No sólo defendió los principios democráticos y de lucha de nuestra CICOP. Lo hizo sin titubeos, con convicciones firmes, generando esa lealtad y confianza de hierro tan necesaria en el complejo mundo de la actividad sindical.
La despedimos con un hasta siempre. Y abrazamos a Viki, su hija y trabajadora de CICOP. Convencidxs de que la vamos a encontrar en cada asamblea, en cada marcha, en cada instancia en que necesitemos de su firmeza.
La vamos a extrañar. Mucho.
Mirian Caruso y Guillermo Pacagnini, compañeros de su seccional