HOSPITAL SAN MARTÍN DE LA PLATA: MULTITUDINARIO ABRAZO
Tal como lo decidió la asamblea realizada en el hospital luego de los cortes de luz y caída de un techo, el jueves 7 de febrero se realizó el abrazo simbólico al Hospital General San Martín. Con presencia de gran número de trabajadores y trabajadoras de los distintos servicios y con una amplia participación y apoyo de pacientes, organizaciones locales, provinciales y nacionales logramos dar una respuesta acorde a la magnitud de la grave situación que padece el hospital con un fuerte mensaje de reclamo al Gobierno provincial para que la Salud Pública sea jerarquizada.
DOCUMENTO LEÍDO ANTES DE COMENZAR EL ABRAZO
Los trabajadores y trabajadoras del hospital San Martín queremos denunciar y hacer pública la grave situación que hace tiempo estamos viviendo. La profunda crisis que atraviesa nuestro hospital está vinculada al ajuste presupuestario y a la falta de jerarquización de la Salud Pública como política de estado. Observamos con enorme angustia y preocupación como el estado se va deslindando gradualmente de la responsabilidad de garantizar el acceso de la población a una atención digna y de calidad. El gobierno provincial nos ha condenado a funcionar este año con el presupuesto para la salud más bajo de la historia.
Las dramáticas e inaceptables consecuencias de estas decisiones gubernamentales se ven a diario en nuestro hospital y en el resto de los hospitales de la provincia. Sin dudas, los hechos ocurridos en las últimas semanas han puesto en riesgo a nuestros pacientes y a todo el personal. Los cortes de luz, las fallas en los sistemas de emergencias, las caídas de techos y mampostería, aires acondicionados que no funcionan, los problemas con los ascensores y las inundaciones de salas y distintos servicios del hospital, para nombrar solo los más recientes, demuestran claramente que la Salud Pública no puede seguir esperando.
También queremos hacer una mención especial, a la decisión que ha tomado la provincia y el Ministro de Salud de avanzar con la tercerizacion de distintas áreas del hospital. Esta política de privatización que ha comenzado hace años atrás, con el gobierno anterior, se ha mantenido y profundizado con la gestión actual. La experiencia nos ha demostrado que las empresas no responden adecuadamente por los servicios contratados, generando condiciones de riesgo para pacientes y trabajadores; sin dejar de mencionar que dichas contrataciones generan un gasto mayor para el estado. Es por eso que planteamos claramente nuestro rechazo a la privatización de cualquier área del hospital y nos posicionamos a favor de la estatización.
Queremos destacar el compromiso por la Salud Pública y el compañerismo de todo nuestro personal que el 23 de enero, una vez más, con un gran esfuerzo evitaron una tragedia; pero no podemos seguir dependiendo del azar y el voluntarismo. Sería un gran error naturalizar las pésimas condiciones en las que desarrollamos nuestro trabajo y las condiciones indignas que padecen nuestros pacientes durante la internación o los tratamientos ambulatorios. El equipo de salud, con todos sus componentes, es el gran tesoro del hospital público; por eso, seguiremos bregando por salarios y condiciones laborales dignas. No hay Salud Pública de calidad con trabajadores y trabajadoras sin derechos.
Actualmente, la falta de personal y las condiciones laborales deficientes generan que muchos servicios sufran graves problemas. Así, tenemos las guardias colapsadas; una sala de salud mental con capacidad para diez pacientes que se ve obligada a responder a las derivaciones de toda la provincia, por lo que muchos pacientes con criterio de internación en salud mental quedan internados en los consultorios de atención de la guardia durante más de una semana; la neonatología desbordada con un número de pacientes que supera ampliamente la capacidad del servicio; enormes listas de espera para tratamientos quirúrgicos por falta de prótesis e insumos; la falta de limpieza de algunas áreas del hospital son alarmantes y el personal pone plata de su bolsillo para comprar artículos de limpieza; nuestro pabellón de quemados, único en la provincia, aún se encuentra cerrado; el jardín maternal ha tenido que cerrar la sala de bebés y cerró sus puertas en forma intermitente por falta de personal; equipamiento obsoleto en radioterapia que en muchas oportunidades nos impide la realización de los tratamientos oncológicos indicados; ascensores que, según el último informe técnico, en un 80 % no cuenta con el mantenimiento adecuado; y son así múltiples los ejemplos que reflejan la desidia que caracteriza al Gobierno actual.
Vamos a seguir denunciando la profunda crisis que atraviesa la Salud Pública en nuestro país. Denunciamos esta situación para no ser cómplices y para que la sociedad conozca lo que vivimos a diario dentro del hospital. Seguiremos reclamando y exigiendo a las autoridades que se jerarquice la Salud Pública y se destine el presupuesto necesario para funcionar como corresponde. Convencidos y convencidas de que el único camino para defender el Hospital y la Salud Pública es la lucha colectiva, la lucha colectiva de todo el equipo de salud junto a pacientes y el conjunto de la sociedad.
¡La Salud Pública no se vende!
¡La Salud Pública se defiende!
HOSPITAL PAROISSIEN DE LA MATANZA: NUEVO EPISODIO DE INSEGURIDAD
Durante la madrugada del 9 de febrero sucedió un nuevo hecho de violencia en el Hospital Paroissien cuando una enfermera a la salida de su jornada laboral fue víctima de un asalto a mano armada. Afortunadamente, no tenemos que lamentar lesiones físicas de la compañera, pero aún desconocemos si la situación ocurrida podría traer como consecuencia algún padecimiento psíquico para la misma. No debe soslayarse que, si bien lo acontecido podría haberle sucedido a un trabajador, el hecho resultó agravado por su condición de género y la vulnerabilidad física a la que quedó expuesta nuestra compañera.
Esta situación ocurrió a corta distancia de un patrullero que permanecía estacionado cerca de la ruta con la finalidad de vigilar la entrada y salida del hospital. La permanencia del vehículo en ese sitio se logró hace tres años por la lucha de lxs trabajadorxs; lo trágico es que, al momento del hecho, estaba sin personal en su interior, el cual tampoco se hizo presente a pesar del pedido de auxilio de la damnificada. Del mismo modo, no hubo una respuesta rápida y eficaz de la policía que debería estar controlando los alrededores y las entradas del establecimiento para poder resolver la situación y cuidar y contener a la trabajadora.
Lamentablemente, son hechos que se reiteran. Los acuerdos no se respetan y su incumplimiento atenta contra la integridad física, psíquica y patrimonial del personal del hospital, así como de la comunidad que es asistida. Las autoridades hospitalarias y ministeriales son responsables de que sea así.
Exigimos que se asuma el compromiso con los acuerdos ya establecidos años anteriores:
-Patrullero con personal policial en la entrada de la ruta del hospital en estado de alerta y en comunicación con el resto de la policía a cargo del resto de la seguridad hospitalaria.
-Policía en las entradas y salidas y con vigilancia en zona perimetral del establecimiento.
-Cámaras con monitoreo de las mismas las 24 horas.
– Mayor cantidad de cuidadorxs hospitalarios capacitadxs.
Como parte de nuestro pliego de reclamos que tiene que ver con la seguridad integral del personal y mejor asistencia de lxs pacientes exigimos además establecimientos seguros, ya que detrás de una nueva fachada de guardia, con obra paralizada, se encuentra un edificio deteriorado con malas condiciones de higiene, sin ventilación ni aire acondicionado.
Solicitamos reunión del COMITÉ MIXTO DE SALUD Y SEGURIDAD del hospital para poder debatir y exigir soluciones urgentes.
BASTA DE MALAS CONDICIONES LABORALES.
ES INACEPTABLE LA INSEGURIDAD DE TODXS LXS TRABAJADORXS Y DE LA COMUNIDAD.
POR UN HOSPITAL SEGURO PARA TODXS.
Comisión Directiva CICOP Paroissien
HOSPITAL GRIERSON DE GUERNICA: AIRES QUE NO FUNCIONAN
La falta de aire acondicionado hace imposible poder trabajar en el hospital. La temperatura en el interior del hospital llegó a los 50 grados. El aire acondicionado está roto y nadie se hace cargo del arreglo.
La UTI hierve. Es inhumano que los pacientes estén internados en esa la sala, Los quirófanos tampoco tienen aire acondicionado, haciendo imposible poder trabajar en ellos. Las salas de obstetricia y pediatría son una caldera. Los pacientes internados en ellas presentan hipertermia y descompensaciones dadas las temperaturas insoportables.
La guardia de emergencia, que esáa funcionando en forma transitoria en los consultorios externos, cuenta con 2 ventiladores, de los cuales uno ya dejó de funcionar por la alta exigencia que tienen. Le hemos solicitado, en el mes de setiembre, al Director Asociado – quien no posee designación ni es profesional incluido en la ley 10471 como para poder serlo -, a cargo del área económico-financiera del hospital, la compra de equipos de aire acondicionado para ese sector, no habiendo realizado NINGUNA compra hasta la fecha.
Esto demuestra que al Sr Koleff no le interesan las condiciones laborales de lxs trabajadorxs del hospital. Él no padece calor ya que, en cuanto se hizo cargo del área, instaló rápidamente un equipo de aire acondicionado en su oficina. Sólo concurre algunos días al hospital y no tiene que soportar 24 horas en esas condiciones.
En el Grierson no se invierte ni un peso para mejoras del hospital. Los familiares de los pacientes no tienen sillas para sentarse y acompañar a lxs enfermxs. Nosotrxs trabajamos sentados sobre sillas rotas, los cuidadores hospitalarios se sientan en sus puestos de trabajo donde pueden.
En estas condiciones ¡NO PODEMOS TRABAJAR MÁS!
Seccional Grierson