La propuesta del Gobierno parte de una falacia: que hay 15 millones de argentinos que carecen de cobertura sanitaria cuando la realidad es que esas personas hoy son atendidas por el sistema público de salud, un sistema que no es necesario cambiar sino reforzar, justamente lo opuesto a lo que se pretende hacer.
Con su lógica de seguro de salud, la CUS va a terminar debilitando aun más el sistema público e incrementando la desigualdad. Decimos que debilita el sistema publico porque prevé que todas las prestaciones que no puedan brindar los hospitales van a contratarse en centros privados, lo que implica un desvío progresivo de recursos de un sector a otro.
Por otro lado incrementa la desigualdad porque el modelo de la CUS -que ya ha sido implementado en México, Colombia y Chile- implica la elaboración de una canasta básica de prestaciones sanitarias. Esto supone que van a quedar afuera estudios de cierta complejidad y tratamientos de alto costo que los pacientes sin obra social o prepaga van a tener que pagar de su bolsillo. Si bien esa canasta todavía no está definida, el proyecto plantea la creación de una Agencia de Tecnología Médica que se va a ocupar precisamente de eso.
La prueba más contundente de que la CUS no va a garantizar ninguna cobertura universal es que los 8 mil millones de pesos que piensan destinarse para su implementación representan apenas 533 pesos al año para cada de una de esos 15 millones de argentinos. ¿Qué cobertura se les puede ofrecer con esa cantidad?
Lo que decimos es que no hace falta invertir dinero en crear un sistema nuevo: invirtamos ese dinero para hacer funcionar mejor nuestro sistema publico de salud.
FUENTE: http://www.eldia.com/nota/2017-10-15-4-42-59-debilita-al-sistema-y-aumenta-la-inequidad-informacion-general/amp