HOSPITAL FIORITO DE AVELLANEDA: VIOLENCIA Y FALTA DE RESPUESTAS
El día 22/1 una integrante del equipo de salud fue víctima de un nuevo episodio de violencia en el Hospital Fiorito. Ocurrió en la guardia de traumatología, cuando una paciente agredió a la residente de guardia mientras se encontraba realizando tareas asistenciales. La compañera notificó a un integrante de la Comisión Directiva seccional que se encontraba de guardia en ese momento, quien de forma inmediata contuvo y acompañó a la trabajadora agredida.
Cuando tuvo lugar este episodio la guardia de traumatología se encontraba sin ningún tipo de seguridad, ya que el hospital no contaba con los cuidadores hospitalarios suficientes, decidiéndose entonces trasladar la atención de traumatología a la guardia de adultos. Posteriormente, se realizaron todos los trámites que corresponden a la situación de violencia (constancia en el libro de guardia, parte policial, denuncia a la comisaria y notificación a la ART).
Se actuó acorde a los protocolos de violencia externa y se contactó telefónicamente a la Dirección del hospital para solicitar la PAP (Pronta Atención Psicológica) descubriendo allí que el dispositivo se encuentra desactivado. Se habló con varios funcionarios que sólo dieron explicaciones de por qué nadie iba a acudir esa noche para asistir a la compañera agredida. Al otro día, se hicieron presentes representantes del Ministerio de Salud provincial para hacer un poco más de lo mismo.
“Demasiado poco, demasiado tarde” reza el refrán. Estos episodios no son excepcionales en nuestros hospitales, sino que, por el contrario, forman parte de nuestra cotidianeidad. Y así seguirá siendo mientras las autoridades del Ministerio no garanticen los recursos humanos e insumos suficientes para que podamos realizar nuestro trabajo con excelencia y sin miedo a ser agredidos por las personas que estamos ayudando.
Desde la Comisión Directiva seccional denunciamos:
• No contamos con cuidadores hospitalarios suficientes para garantizar la integridad física de los integrantes del equipo de salud.
• El protocolo de seguridad no se está cumpliendo, no hay control de ingresos y egresos, no se controlan los horarios de visita ni se realizan las rondas por los servicios.
• Los dispositivos que el Ministerio de Salud promociona como respuesta frente a hechos de violencia externa se encuentran desactivados.
• El Ministerio de Salud lleva a delante una política que, en materia de seguridad, hace más hincapié en la penalización del hecho individual que en la prevención del mismo.
Esperamos que las autoridades asuman su responsabilidad para que los integrantes del equipo de salud puedan realizar sus tareas en paz y tranquilidad. Y llamamos a lxs compañerxs a exigir que se cumplan condiciones mínimas de seguridad e higiene para realizar su trabajo, negándose, si fuera necesario, a realizar tareas cuando esas condiciones no estén garantizadas.