Jueves 3 de febrero de 2022
Como profesionales de la salud, todos los días atendemos a personas en situación de adicciones y esto creemos que parte de varios problemas estructurales, diferentes pero relacionados. El narcotráfico es uno, pero también es imprescindible debatir las políticas de drogas y las adicciones como problemáticas sociales y sanitarias junto a diferentes actores políticos, comunitarios, académicos y usuarios, entre otros.
El narcotráfico y la ilegalidad respecto a las drogas, sostenida bajo un entramado de poder político-policial, hace un negocio que es criminal para la salud de las personas, lleva a la muerte e impide vivir en paz en los barrios. A este entramado, se le suma además la culpabilización histórica de la persona que consume, el estigma y castigo, poniendo a los jóvenes y barrio como los responsables de esta problemática.
La desigualdad social y económica existente en nuestro país, manifestada en la falta de acceso a la salud, la educación, la vivienda y el trabajo digno es la fuente de los malestares y padecimientos en nuestra sociedad. Las redes de contención familiares y comunitarias son insuficientes para acompañar y resolver estas cuestiones sumamente complejas.
Creemos que esto evidencia una necesidad de ubicar lo sucedido en el marco de un tema sanitario y no solo de la seguridad. La presencia del Estado en los barrios es fundamental, implementando políticas de cuidado sanitario, tales como el acceso a dispositivos de salud mental y adicciones en base a una perspectiva de reducción de riesgos y daños, creando más centros de salud, conformando más equipos de atención y generando redes comunitarias para el acompañamiento.
Es por esto que como CICOP exigimos:
- Más centros de salud con recursos, equipos interdisciplinarios y redes comunitarias
- Abordajes integrales en adicciones
- Basta de criminalizar a los jóvenes
- Tierra, techo, trabajo, salud y educación para todxs
Consejo Directivo Provincial