FUENTE: RESUMEN LATINOAMERICANO
FECHA: 09/06/2015
entre el agotamiento que va acumulando la metodología repetida de paro dominguero impulsada por las conducciones nacionales de las tres centrales convocantes, CGT Azopardo, CGT Azul y Blanca y CTA Autónoma, y el descontento social y gremial, fogoneado en los últimos meses por el techo que le impuso el gobierno a las negociaciones paritarias y que profundiza la caída del salario real de muchísimos trabajadores, se realiza en la jornada de hoy el quinto paro nacional bajo el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Los reclamos de la medida de fuerza planteados por las conducciones cegetistas incluyen la modificación del esquema del Impuesto a las Ganancias, paritarias libres, aumento de emergencia para los jubilados y medidas contra la inflación y la “inseguridad”. La CTA-A le sumó la demanda de suba de salarios mínimos a los 12 mil pesos y que se reabra el Consejo del Salario, entre otros puntos, como la lucha contra la precarización laboral, bandera que también levantan las organizaciones sindicales de izquierda.
Al igual que el primer paro general realizado este año, el 31 de marzo, el impacto es contundente, en buena medida por la alta adhesión de los gremios de transporte agrupados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), impulsores de la medida en primer lugar. Una vez más el activismo sindical y los partidos políticos de izquierda llamaron a realizar un paro activo, movilizando y realizando piquetes en distintos lugares del país, con particular énfasis en los puntos de acceso a la ciudad de Buenos Aires.
En la jornada de ayer, el protagonismo lo tuvo la CTA Autónoma, que realizó manifestaciones en las principales localidades del territorio nacional. Las dos conducciones cegetistas, en cambio, no movilizaron ni ayer ni hoy, aunque la semana pasada Hugo Moyano tuvo su acto propio con los camioneros, en el que prometió romper el techo gubernamental en la paritaria de su actividad.
La jornada previa al paro estuvo marcada también por el nuevo accidente ferroviario que tuvo lugar en Temperley, donde una formación con pasajeros chocó con una locomotora que realizaba maniobras, con decenas de heridos, afortunadamente leves. Como ya es habitual en hechos de estas características, el gobierno nacional salió a acusar a los trabajadores, en la figura del titular del Ministerio de Interior y Transporte y precandidato presidencial, Florencio Randazzo. El poder ejecutivo, que tanta mesura pide a la sociedad y a los medios en otras causas, se adelantó a cualquier investigación y planteó la figura de “sabotaje”.