La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop) seccional Tandil salió a hacer público su malestar frente a lo que plantearon como una “discriminación” por parte del Departamento Ejecutivo ante la negativa de incluirlos en las negociaciones que mantiene con el gremio mayoritario y no descartó iniciar acciones judiciales para revertir el escenario bajo el argumento de la libertad sindical.
Si bien desde hace años la organización gremial pelea por ser reconocida, el descontento aumentó cuando el grupo de profesionales de todos los hospitales públicos y centros de salud quedó afuera de la lista de beneficiarios de un bono de fin de año de 2.500 pesos que el Municipio otorgó a los empleados comunales en dos partes, la primera de 1.500 en enero, que ya fue depositada, y la segunda de mil pesos en febrero.
Ahora el temor es que Cicop quede excluido nuevamente de la negociación paritaria entre la comuna y el Sindicato de Trabajadores Municipales para evaluar un nuevo aumento salarial para el año. Reclama que su voz sea tenida en cuenta para analizar los eventuales acuerdos ante la estructura de sus haberes. “Tenemos un sueldo básico y un 70 por ciento son bonificaciones. Si no las involucran en las negociaciones, estamos perdiendo mucho dinero”, advirtieron.
Los médicos Claudia Prado, María Laura Lewin, Mabel Brindo y Fernando Romagnoli presentaron ante El Eco de Tandil detalles sobre la situación actual, justificaron su planteo y exigieron diálogo al Ejecutivo para acercar posturas.
Un viejo
reclamo
En un primer acercamiento sobre el estado de situación, Mabel Brindo contextualizó que hace “muchísimos años” pelean por la incorporación de Cicop en las negociaciones salariales.
En ese marco citó lo sucedido en 2014, momento en que se acordó un aumento para la planta de empleados municipales que se aplicó sobre el salario básico. En ese caso no se tuvieron en cuenta determinadas bonificaciones que hacen a la estructura de sueldo de los profesionales de la salud, como los que perciben por ser trabajadores de guardia, full time, entre otras categorías.
En efecto el Sindicato de Municipales negoció un incremento que “en apariencia era conveniente” desde el básico, pero dejaba excluidos los plus antes citados.
La situación desencadenó una queja del sector y en respuesta el Municipio “nos dijo que teníamos que haberlo hecho antes al reclamo, lo cual es absolutamente imposible porque no nos podíamos sentar ahí; y el sindicato explicó que no fue intencional sino que desconocían el modo en que estaba constituido el sueldo”, repasó Brindo.
El escenario obligó a redoblar los esfuerzos por lograr ser escuchados y reconocidos por la administración municipal, que incluyó el envío de notas al Concejo Deliberante y al propio Intendente.
En definitiva, y en medio de acusaciones cruzadas, la actualización salarial de 2014 la percibieron en enero del año siguiente. Por entonces Lunghi recibió a integrantes de la comisión directiva de Cicop y explicó que el inconveniente “no había sido intencional”, asumió el compromiso a que “no íbamos a volver a ser excluidos en ningún aumento, pero insistiendo en que no nos podía recibir en paritarias porque el sindicato se negaba”, resumió Brindo.
Así, durante el trascurso del año pasado recibieron los incrementos acordados “pero seguimos intentando que nos reciba”, insistió.
Sin representación
Hacia fines del año pasado el STMT inició su reclamo formal ante el Ejecutivo para lograr un bono por el Día del Trabajador Municipal, que desencadenó una serie de medidas de fuerza que paralizó la actividad en varias áreas comunales.
A partir de allí, y de la decisión negativa de los profesionales de la salud de plegarse a un paro, sostuvieron que la postura de la organización sindical que dirige Roberto Martínez Lastra comenzó a “cerrarse en el hecho de que representan únicamente a sus afiliados”.
En esa línea citaron declaraciones del propio dirigente en momentos en que se anunció el paro de actividades del sector de recolección al cual se sumaron otras áreas.
“Hay un Sindicato de Municipales que expresamente dice que no nos representa ni nos va a defender. Y el Municipio no nos quiere recibir porque los reconoce cómo únicos interlocutores”, plantearon.
Suficiente con
la inscripción
En cuanto a las razones por las cuales no son reconocidos, rechazaron el hecho de no contar con personería gremial y se respaldaron en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional que establece “organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.
“Hay municipios como Necochea, Balcarce, Mar del Plata que sin personería gremial son reconocidos y aceptados en la mesa de diálogo”, planteó Lewin en favor del reclamo impulsado desde Tandil.
En esa misma línea se pronunció Prado, quien agregó que “solamente se necesita el sí del Ejecutivo” para que los profesionales de la salud nucleados en un sindicato puedan negociar en paritaria como lo hacen otros trabajadores.
Romagnoli fustigó: “Prefieren un sólo interlocutor porque de esa forma es más fácil acordar, en desmedro de nosotros que año a año nos vienen dejando afuera de las negociaciones”.
“Estamos solos”
En su descargo los profesionales de la salud de Cicop denunciaron “discriminación” y que no logran que el Municipio sea su interlocutor frente a estos temas ni representación de parte del sindicato mayoritario. “Estamos solos”, definieron, por lo que aseguraron que “debemos tomar medidas para poder defendernos”.
“El sindicato quiere que estemos afiliados y la verdad es que tenemos otra realidad, pelear por otro tipo de cosas. Tenemos un sindicato que pelea por nosotros, que es Cicop”, ratificó Prado ante la mirada de sus compañeros.
En ese contexto también cuestionaron que la organización sindical que dirige Martínez Lastra “nos usa para llegar a mejores condiciones para el resto de los afiliados, “con lo cual nos sentimos doblemente perjudicados”.
Falta de interés
por la salud
En otro punto los integrantes de la comisión directiva de la Asociación de Profesionales del Hospital pusieron el foco en la relación entre el Municipio y el STMT y criticaron la falta de compromiso con el planteo.
“El Hospital está equipado, trabajamos en muy buenas condiciones pero nos perjudica no tener un interlocutor y estar negados expresamente en discusiones que nos involucran. No sé si eso demuestra un interés por la salud”, expresó Romagnoli.
De todos modos, Brindo se diferenció de los métodos del gremio mayoritario y analizó que “los médicos no somos un gremio belicoso ni conflictivo”, e incluso cuando plantean un paro “lo terminamos haciendo en apariencia pero tratando de no perjudicar a la población porque ésta es una carrera de vocación real”.
“Obviamente no vamos a parar el Municipio y cerrar todas las puertas del Hospital porque no es nuestra intención”, garantizó. u
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“Voluntad política para recibirnos”
Independiente de la postura, los médicos de la Cicop mantienen el estado de alerta e informan la situación a los aproximadamente 120 afiliados mediante asambleas y carteles en los pasillos de los centros asistenciales.
Aseguraron que necesitan “voluntad política” para ser recibidos por el Ejecutivo dado que han tratado de agotar todas las instancias.
“Pero si nos siguen tratando de esta manera vamos a tener que tomar una conducta porque es la única forma que vemos de llegar a sentarnos a negociar”, advirtieron.
En ese sentido no descartaron presentar una acción para que la Justicia sea quien determine la legitimidad del gremio.
Brindo planteó que en aquellas localidades donde no se llegó a un reconocimiento de parte del Estado, el reclamo se judicializó y la Corte Suprema falló a favor. “Ese será el próximo paso”, adelantó la presidenta de la asociación.
“Pedimos el espacio para sentarnos y cuando se esté negociando se pueda escuchar nuestra voz”, insistieron.